Las sustancias utilizadas como drogas recreativas producen sensaciones diferentes. Por eso hoy queremos hablar sobre las sensaciones que provocan las setas alucinógenas tratando de enfocarlo de una forma objetiva y mostrando qué es lo que los consumidores destacan y relatan cuando ingieren este tipo de droga. ¿Preparados? Empezamos:
¿Cuáles son las sensaciones de las setas?
Lo primero que hay que mencionar acerca de las sensaciones provocadas por las setas es que éstas varían enormemente de una persona a otra, dependiendo de la dosis ingerida, de la predisposición a su consumo, las expectativas, la cantidad de psilocibina que tenga el hongo, y otros factores.
En cualquier caso, los efectos tardan en aparecer entre quince minutos y una hora, y el viaje dura entre cuatro y seis horas, aunque a la persona que las ingiere le parece más porque se distorsiona la percepción del tiempo.
En cuanto a las sensaciones que los consumidores suelen describir, se encuentra la de la obtención de estados místicos o de comprensión de la realidad en la que el consumidor se siente en perfecta relación con el mundo que le rodea.
A esta sensación hay que sumarle, además, una profunda relajación, calma y tranquilidad, a partir de la cual la realidad empieza a deformarse fruto de la modificación de las percepciones. Así, muchos consumidores relatan alguna de las siguientes experiencias sensoriales:
Ralentización, aceleración o desaparición del tiempo, colores con un brillo distinto, objetos que se deforman, alucinaciones visuales o auditivas, aumento de la emotividad y visiones con los ojos cerrados.
Por último, también es frecuente que se sienta una gran euforia en algunos momentos, especialmente en los primeros momentos del viaje, lo que se acompaña con risas y una sensación de bienestar.
En definitiva, las setas tienen características alucinógenas relativamente potentes, por lo que siempre han considerado un puente con otras realidades, razón por la cual se ha utilizado, sobre todo, en ritos chamánicos y otros rituales parecidos.